miércoles, 13 de mayo de 2020

Afortunadamente España no es el barrio de Salamanca


 
Chirigota " Cai de mi arma" 2018

                                                                     A Julio, camarada,compañero y amigo


Juan Rivera
Colectivo Prometeo 

      A la espera de que un Osborne, Ussía,Inda, Losantos, Herrera o cualquier otra persona de catadura-no pienses mal, no pone “cara”- similar ( perdón, altura intelectual) se decida a hacer de Boccacio (fue el autor del Decamerón y primer biógrafo de Dante, el que adjetivó como “Divina”-allá por el siglo XIV- al libro de su paisano hasta entonces llamado “Comedia”) y  ponga el título definitivo a la actuación que representa desde el confinamiento, la Derecha hispana- multicéfala como la Hidra de Lerna, siempre cabeza de serpiente y aliento venenoso-, aunque no tenga claro el nombre sí  ha acotado  la categoría artística donde encuadrarla: astracanada con chabacanerías pensadas para hacer llorar, histrionismo máximo y ópera bufa.
  Porque su sobreactuación política en época de Pandemia  para motejar al actual Gobierno de peligroso comunista- bolivariano está siendo más falsa que “el cosas veredes amigo, Sancho” atribuido al Quijote.Como con los empadronamientos de okupas,las suculentas pagas a inmigrantes por no hacer nada , las armas de destrucción masiva de Aznar o la pobreza de la Iglesia,  da categoría de verdad absoluta, como  si la hubiese visto ( el clásico “yo tengo un amigo, que tiene un amigo, que tiene un amigo") a una falsedad. 
    Igual que cuando millones de españoles vieron salir del armario al perro Ricky  en el programa “Sorpresa ,Sorpresa”["el mayor bulo de..."] para degustar el unte de foigras, mermelada o nocilla (según la versión) de su dueña: el emisor sabe que es mentira pero es especialista en mantener con aplomo la trola.
     Y este uso perverso del engaño convierte a España en el paraíso del embustero.Con  goteo de moco de  nariz y  caída de baba de símbolo distintivo, siempre hay una claque dispuesta a aplaudir a cambio de remuneración y entrada gratuita al primer Ayusín de turno que proclame en un balcón , estudio radiofónico o plató televisivo “¿Piove?Porco Governo”(¿Llueve? Cochino Gobierno).
   En nuestra Patria siempre  se encuentra disponible  para lo que haga falta esa masa irredenta que en la tesitura del refrán “Cuando el sabio señala la luna...” siempre mira el dedo.En un cerebro rojigualdo como Dios manda no hay espacio para proverbios chinos. 

      Que además lleva a gala- rasgo atávico de cuando sus antepasados “marañones” recorrían la Amazonia-  repetir como loro, guacamayo, cotorra, la patochada que se le ocurra al  primer admirador e imitador  facha de Steve Bannon que se cruce en su mando televisivo o foro de internet. 
   Directamente elevado a la categoría de dios si ha sido ungido en forma de tertuliano por el programa de Ana Rosa. Mucho más aseado desde que escritores que hagan de negro o periodistas -incordio como Antonio Maestre no se encuentran por los pasillos.¡Dónde va a parar la sensación de limpieza! Como de la noche al día.  
     Faltaría para un pastel perfecto la guinda de monseñor Cañizares, arzobispo de Valencia, invitado al programa día sí y otro también. Pero como el pobre tiene tanta tarea midiendo distancias de seguridad para exponer a la Virgen de los Desemparados mientras hace equilibrios para no pisarse la cola de su despampanate vestido rojo, no pudo aceptar. 
     Mísmamente la frase atribuida al torero Rafael Guerra ( acuñada  seguramente  por Talleyrand) de “Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”.
    Por eso solo en nuestro país votantes de reconocida xenofobia, homofobia y demás fobias habidas y por haber, puedan encontrar a su líder natural subido en una tribuna parlamentaria defendiendo sin venir a cuento a los homosexuales de los “ataques” que reciben desde la Izquierda (sic), a diez palabras de abrir la puerta mientras se postula como candidato a subirse en la carroza más espectacular en el próximo desfile del Día del Orgullo Gay.
     O al jefe del PP, votante y sostenedor de leyes mordazas y triquiñuelas legales que recortasen las protestas de los españoles cuando gobernaba el PP ,  abandonando su disfraz de Campeador ( el "Cantar del Mío Cid", sí atribuye al rey Alfonso VI un “cosas tenedes – no veredes- Cid, que farán fablar las piedras”) para vestirse de Mariana Pineda barbuda y encargar una bandera bordada (letras rojas sobre triángulo verde y fondo morado) con la leyenda “Libertad, Igualdad y Ley” para enarbolarla en la calle defendiendo la Constitución que su partido no votó y los derechos políticos que nunca quiso.
O  contemplar la enternecedora imagen del vecindario de Pijolandia-nombre oficial:barrio de Salamanca-, imitando las caceroladas pregolpistas de la derecha chilena contra Salvador Allende y protestar en la calle con la seguridad que da sentirse impune. Tras el acto de afirmación, de vuelta al calor del hogar, nunca olvidan encender una lamparilla al retrato de Franco que señorea el salón, aunque  olvidan que, para nuestra fortuna,  el barrio no  es sinónimo de España.
O a prohombres “ultra-mega- ricos -o-sea” ( dice la rubia de mechas mientras mueve su melena hacia la derecha, como debe ser) acuñar, una vez agotado el muestrario asociado al Judaísmo/ Marxismo/ Bolchevismo, el nuevo insulto de moda  para perroflautas “¡Payaso!”.
    Olvidando como decía León Felipe ( “El payaso de las bofetadas...”) que “Don Qujote no es más que un clown.El gran payaso ibérico de las bofetadas...”, que  "la pirueta grotesca y funambúlica es española” o que “Cristo fue un payaso”. Como lo fueron antes de convertirse en dioses todos los locos y derrotados. Al Poder siempre le ha  gustado cruzar el rostro y humillar a quien considera inferior o al que interfiere en el cumplimiento absoluto de su voluntad.
     Por eso le gusta vivir en sus guaridas del barrio de Salamanca o en todos los barrios clónicos de éste,  mientras la ensoñación en pose Nerón le hace incendiar Vallecas.Sin dejar nunca que la realidad ( pobreza, exclusión, paro, precariedad...) por él creada asome la cabeza entre el paisaje que pinta idilico.
    Esto es España,terruño donde las banderas se utilizan para tapar la negrura de corazones insensibles al dolor y  las necesidades de sus conciudadanos.Habitada por lugareños siempre dispuestos a acallar las voces discordantes, creyentes a pie juntillas de  la propaganda de una "Brunete mediática" pagada por  bolsillos que tienen la chequera  en paraísos fiscales.
     Del apartamento de Ayuso y la "generosidad altruista" de los empresarios que cubren sus gastos "a cambio de nada" mejor hablamos otro día

2 comentarios:

Paco Muñoz dijo...

Fina ironía y hechos "verídicos", hoy en el parlamento he visto a una señora, con un traje de haber salido de la obra de la Casa Bernarda Alba, interpelar al Vicepresidente del Gobierno, y con cara de dolorosa como la Ayuso ha mentido desde que se subió al estrado, pero esas interpretaciones calan en sus seguidores. Hoy me voy a dar una satisfacción por aquellos del tiempo que llevo en el COnvento. Una mierda para todos ellos como el sombrero de un picador.

joaquín Luque i Tenllado dijo...

De los barrios altos de nuestras sociedades todo es esperable: son los inveterados desvergonzados clasistas; gentes "guapas", de "bien"; llevan a Cristo en la boca y la pistola moral - y en su momento física- en el bolsillo; gremialistas que transfieren sus hábitos racistas a sus vástagos, eso sí, bendecidos por sus grupos católicos ultraconservadores (Cofradieros,Opus, Kikos, Comunión, Focolares...); gentes, en definitiva, de mucho cuidado. Lo más penoso es ver a sectores de las clases humildes comprándoles el discurso a esta escoria humana.

VOX es a España lo que el Frente Nacionalista Patria y Libertad fue a Chile: la infantería fascista de tribuna y calle para derrocar al gobierno por cualquier método. Abascal es el Pablo Rodríguez Grez hispano; y Ortega Smith es nuestro Roberto Thieme... Y ya sabemos el papel jugado por esta banda en los setenta chilenos...

(Pertenecí al PP. Fui, durante algunos años, militante del mismo. Incluso fui candidato en la reserva en las municipales de Pozoblanco de 1991. Huí del PP al ver que era un partido cuasi franquista. Llegué a ver gente con llaveros portando la efigie de Franco. Me di cuenta que ellos no pertenecían a mi clase. Por evolución, me alejé de la derecha y recalé en la izquierda que, con todos sus defectos y críticas que podamos hacerle y yo se las hago, es la que mejor representa los intereses de los que vivimos en los barrios bajos).

Para saber verazmente lo que representa la derecha, hay que haber estado dentro de ella. Y yo lo estuve, y nunca me perdonaré el haberlo estado. Por ello me resulta incomprensible contemplar a trabajadores aplaudir y apoyar a quienes, si pudieran, los masacrarían sin piedad.

Como siempre, un placer leer a Juan Rivera.