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George Grosz: Eclipse solar |
Javier Lucena
Colectivo Prometeo
Todo sucede antes
fuera
Todo sucede primero fuera y luego en nuestro continente. Lo dijo Aimé
Césaire: el nazismo no fue sino la aplicación al interior de los
propios países de los métodos genocidas de las potencias europeas
imperialistas en sus colonias, una suerte de efecto bumerán. Algo de
eso sabemos también en España, donde las tropas africanistas que
masacraron la población amazigh del Rif- mal llamada bereber
-, luego arrasaron del mismo modo al pueblo español.
Salvando las distancias, en cuanto aún no reviste el mismo
dramatismo, algo parecido ocurre ahora con Trump y Europa. Lo que el
presidente yanki le quiere imponer a los países europeos es lo mismo
que han venido practicando los EEUU con el resto de sus vecinos
latinoamericanos, con sus élites económicas, políticas y
militares: ofrecerles una pequeña parte del botín a cambio de que
facilitaran la "exportación" de la mayor parte de sus
riquezas a la metrópoli, y represión y pobreza para sus
poblaciones. Todo resuelto con imposición y bilateralmente; nada de
bolivarismo panamericano.
En estos momentos las élites europeas se enfrentan a una imposición
similar: que sus respectivas naciones pasen de aliados subordinados
del imperio a súbditos tributarios, y que lo hagan de uno en uno,
nada de Unión Europea. ¿Y que harán nuestros dirigentes y los de
Bruselas?; ¿aliarse con sus pueblos, a los que han estado negándoles
el pan y la sal mediante la "austeridad", frente al
hegemón?. Ya les digo yo que no. Harán aspavientos nacionalistas,
como el PNV o Junts en España, pero se someterán al negocio, porque
los privilegios son los privilegios, y los privilegios siempre son de
minorías, como ellas.
Nuestros dirigentes ya han abierto el camino en esa dirección,
normalizando, cuando no promocionando, a la extrema derecha, a la vez
que machaban cualquier salida por la izquierda. Lo hicieron
cruelmente con Grecia, en contraste con el trato deferente hacia
Meloni; luego, en cada país, con campañas sucias contra Podemos en
España, contra Corbyn – al que inventaron un supuesto
antisemitismo, hasta descabalgarlo – en Reino Unido, o contra
Melenchon en Francia, con quien se incumplió por primera vez en la
historia de la república la norma no escrita de otorgar el Gobierno
a la fuerza más votada. Usando palabras de Darren Cullen, cocreador
del proyecto Museo del Neoliberalismo, “cuando la izquierda es
excluida de la política y la extrema derecha es mimada por los
medios y las autoridades, se crea el caldo de cultivo ideal para el
crecimiento de los movimientos fascistas”.
Nada, pues, que esperar de las clases dirigentes europeas.
El
Imperio-Empresa
Dicen
Marx y Engels en el “Manifiesto Comunista” que “la
burguesía, después del establecimiento de la gran industria y del
mercado, se apodera finalmente del Poder político – con exclusión
de las otras clases – en el Estado representativo moderno. El
Gobierno moderno no es sino un Comité administrativo de los negocios
de la clase burguesa “. Digamos
que en la nueva era trumpista del capitalismo de base financiera, ya
los gobiernos no los constituyen los representantes de la clase
burguesa, sino los propios miembros de la clase capitalista. Ha
llegado el tiempo del poder absoluto del capital, sin mediaciones
institucionales de ningún tipo, el tiempo de que los millonarios
ostenten directamente el poder.