martes, 23 de diciembre de 2025

La Sexta y la Secta

 




José Antonio Naz Valverde
Colectivo Prometeo
Presidente de Europa Laica


No sé si vieron ustedes el programa del viernes 19 de Diciembre de la Sexta Columna. El reportaje se anunciaba con frases como ésta: “Del rosario a Rosalía: ¿Ha vuelto la fe?”. Para responder a esa pregunta, como buen documental se suponía que preguntaban a personas expertas o representantes de colectivos u organizaciones diversas, con posturas diferentes. Por ello, entiendo, contactaron conmigo como presidente de Europa Laica; aunque cuando me concretaran los temas a tratar, sobre los que versaron los 45 minutos de entrevista grabada, además de varias cuestiones sobre la religiosidad en la juventud actual, incluía otros como: el problema de la segregación educativa, la bondad o no de la misma, el valor de la diversidad en el aprendizaje, la compaña de la Plataforma “Religión fuera de la Escuela”, situación de la laicidad en España, el conflicto entre permitir o no el derribo de viviendas de 1000 familias para terminar el proyecto original de la Basílica de la Sagrada Familia.

Pero como vimos, el 90% del programa se centró en el supuesto aumento de la religiosidad en la juventud. Parece que había mucho interés en debatir si “la espiritualidad está de moda” , si “estamos ante una reivindicación auténtica de lo católico o una nueva expresión del oportunismo y la banalización”. Un tema de interés y de gran actualidad, sobre todo por el foco mediático puesto sobre el “atrezo” espiritualista del último álbum de Rosalía, la película “Los Domingos”, los actos de la organización Hakuna y el seguimiento de algunos influencers “religiosos”.

Pero las opiniones y sobre todo “testimonios” que se emitieron eran todos, a excepción de una socióloga investigadora de fenómenos religiosos (cuyas creencias no conozco),de personas católicas: el presidente de la Conferencia episcopal, el obispo de Tarragona, una periodista de la COPE, el director de Religión Digital; y muchos miembros del movimiento- secta Hakuna.

Durante una buena parte de la emisión el fundador de esta secta (un sacerdote del OPUS) alaba a los y las jóvenes que la forman; el director explica en diferentes momentos las bondades de la misma, los buenos objetivos que persigue y hasta como se financia, sin olvidar todos los logros espirituales de la juventud militante y creyente. Y distintos miembros explicando, con rostros radiantes, la felicidad de seguir los preceptos religiosos. Bastantes minutos se dedican también al testimonio de una joven monja comentando la felicidad y casi éxtasis que experimenta en su día a día conventual. Todo esto acompañado de imágenes de conciertos de la secta, o del encuentro de jóvenes en el Vaticano, con voz en off recalcando la multitud de seguidores. Muy poco de la relación y utilización de estos movimientos con la extrema derecha, que según la cadena era un objetivo del programa: “Los rosarios se exhiben en las manifestaciones. Imágenes religiosas se mezclan con pancartas políticas. Y la decoración navideña reivindica cada año más su origen religioso”

No les pareció oportuno emitir los comentarios del representante laico sobre la confusión, promovida por la Jerarquía de la Iglesia Católica, entre espiritualidad y religiosidad y de ambas con la institución religiosa; que la encuesta que encargó el Vaticano a GD3 está claramente sesgada, sobre todo en sus interpretaciones. Que el informe de la Fundación Ferrer y Guardia explica que hoy hay más jóvenes que hace un par de años que dicen ser “religiosos”, pero lo asocian a sentimientos espirituales que nada tienen que ver con una religión y más bien con sentimientos de solidaridad , de paz o de trascendencia de lo material; en muchos casos esa espiritualidad se manifiesta en prácticas de meditación o yoga o en la astrología. Que el CIS muestra que un 37% de jóvenes dicen tener sentimientos religiosos, pero no llega al 20% quienes se declaran católicos o de otra religión y muchos menos los que practican. Y el peligro que supone que una parte, aunque pequeña, de ese porcentaje de practicantes estén siendo captados por movimientos ultracatólicos y ultraconservadores, como Hakuna. O que esos valores ultraconservadores son trasmitidos en algunos centros educativos religiosos y en algunos púlpitos.

Tampoco vieron conveniente emitir mi opinión del carácter de marketing y consumismo de la moda de canciones con tintes espirituales y adornos de símbolos religiosos.

Por supuesto, no se presenta en contraposición el 63% de jóvenes que no se definen como religiosos, los movimientos en los que militan, los sentimientos que les motivan o las actividades en que se implican.

El espectador puede quedarse con la conclusión de que “los jóvenes en España” son religiosos practicantes, asociados en grupos ultracatólicos y ultraconservadores, donde encuentran el sosiego y la felicidad que buscan. Un buen reclamo para las chicas y los chicos que están buscando una luz en su vida.

Programas como éste no ayudan precisamente a frenar el auge de la ultraderecha en la juventud.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

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