Contra el genocidio que Israel está cometiendo impunemente.
No en nuestro nombre.
No con nuestro silencio.
No en nuestro nombre.
No con nuestro silencio.
Las amenazas militares de EE.UU.
¡No pasarán!
Comunicado de Socialismo 21
El imperialismo norteamericano, liderado por el presidente Donald Trump, amenaza militarmente a Venezuela y su presidente Nicolás Maduro, con el pretexto basado en falsas acusaciones de narcotráfico, acusaciones que son desmentidas en los informes de la ONU, el GAFI, etc., que han publicado la lista de los 30 países con más flujo comercial vinculado al tráfico de drogas, en cuya relación encabezada por EEUU, Islas Caimán, Reino Unido, etc., no figura Venezuela.
Donald Trump, desde la toma de posesión de la presidencia, ha amenazado la soberanía de Canadá, Panamá, Groenlandia, la frontera de México, ha impuesto tributos arancelarios injustos al resto del mundo, ha obtenido con sus chantajes doblegar a los países de la OTAN a incrementar el gasto militar hasta el 5% del PIB y así aumentar las compras de armamento a Estados Unidos, apoya las acciones genocidas de Israel contra el pueblo palestino, ha bombardeado centrales nucleares de Irán, deporta masivamente a inmigrantes, entre los cuales miles de venezolanos/as, sin respetar los derechos humanos, y promueve a la extrema derecha fascista a escala mundial, etc.
El verdadero objetivo de Donald Trump con Venezuela es apoderarse de sus riquezas petrolíferas, cuya reserva es la más grande del mundo, estimada en más de 300.000 millones de barriles.
Vivimos en una sociedad
narcotizada que nos impide rechazar contundentemente la amenaza de la
ultraderecha que nos invade a marchas forzadas cada día sin reaccionar,
potenciando el fanatismo, la marginación y la miseria. Una actitud no exclusiva
en España, sino de gran parte de Europa y América Latina, potenciada permanentemente
por el imperialismo norteamericano.
Las últimas declaraciones de
Santiago Abascal, presidente nacional de VOX, arremetiendo, el pasado miércoles
27 de agosto, contra la embarcación humanitaria del Open Arms ("Brazos abiertos",
un nombre que lo dice todo), cuando atracaba en el puerto de Santa Cruz de
Tenerife, calificándolo de “barco de
negreros, que había que confiscarlo y hundirlo, para que sirviera de
advertencia a políticos y millonarios que permiten y promueven la invasión en
Europa”.
Sus recientes afirmaciones contra
el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusándolo de “ser un mafioso
embustero y el capo que está humillando, robando y arruinando a los españoles y
tener intereses mafiosos en el tráfico de seres humanos”, lo dice un individuo
que lleva viviendo de la Administración, sin haber dado un palo al agua en toda
su vida, como concejal de Llodio, donde comenzó a participar como concejal con
23 años, miembro de las Juntas Generales de Álava, diputado del Parlamento Vasco
y dos cargos de libre designación en la administración de la Comunidad de
Madrid, además de presidente de VOX y de la Fundación DENAES (Defensa de la
Nación Española) y director de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio
Social, de la que percibió una importante subvención y un salario de más de
82.400 euros, además de un sueldo que supera los 59.000 euros brutos como
diputado en el Congreso.
Las deleznables declaraciones contra el Open Arms, también fueron apoyadas por el presidente tinerfeño de VOX, Alejandro Gómez, que manifestó que el “atraque del barco pro-inmigración en la isla, desafiando con su presencia a nuestras fuerzas armadas soberanas, no es bienvenido y menos ante la presión migratoria de la ruta atlántica, lo que supone un efecto llamada a las mafias para organizar nuevas expediciones marítimas a España”.
Desde que el 20 de enero de este año en curso, Donald
Trump tomó posesión de la presidencia de EE.UU. para un segundo mandato, tengo
la costumbre de leer todos los días el New York Times. Este pequeño sacrificio permite pulsar la
actualidad de lo que se cuece en el Imperio a cada instante.
Y en estos pocos meses (aunque por la intensidad parezcan
décadas) he visto desfilar por sus páginas noticias, muy variopintas,
pero cortadas con un mismo patrón: el fuerte retroceso en libertades y derechos
que el multimillonario de pelo zanahoria está impulsando desde su agenda.
Así he podido leer la criminalización de la
inmigración, tratando a simples trabajadores como peligroso asesinos, deportados a miles, sin ninguna garantía jurídica, a otros países (paradigmático
el caso de Kilmar Abrego, primero deportado a El Salvador del autócrata Nayib Bukele
y luego, cuando la justicia estadounidense reclama su vuelta, nuevamente
detenido y amenazado con terminar en Uganda, en una exhibición sin pudor de
como el poder político se carga cualquier atisbo de legalidad), el empleo de los aranceles
comerciales como arma punitiva, la
utilización de la Guardia Nacional como policía en Washington con la excusa
de combatir la criminalidad ( eso sí, aplicando la medida en alcaldías
demócratas y no en republicanas con mayor índice de crímenes), el despido de
funcionarios, cuestionamiento de jueces, intervención en la reserva federal, amnistías para los suyos (
asaltantes del Capitolio, empresarios que contribuyeron generosamente con donativos
a su campaña), el cercenamiento de la autonomía de las Universidades ( el enfrentamiento
con la de Harvard es una muestra sintomática), o la reinterpretación de la Historia
en los museos y centros culturales para que coincida con la visión que el varón, blanco y , a ser
posible, anglosajón, soporte del “Make America Great Again” , tiene.
Podíamos hacer una lista interminable, pero creo que los ejemplos reflejan bien la tesis que deseo transmitir: la ultraderecha mundial, encabezada por Trump, está aplicando su agenda y, sin tapujos, emplea la motosierra (como el corrupto y sobornable Milei en Argentina) para cargarse la democracia liberal formal.
Esa que el Capitalismo nos vendió, cuando le convenía, como “Summum” de las
libertades. Y lo hace con el apoyo y complicidad de las grandes fortunas que
están rediseñando un nuevo modelo social, basado en la sumisión de la mayoría.
Pero lo más llamativo no es esto, sino la escasa oposición que el magnate de origen alemán- escocés (su madre y sus abuelos eran tan inmigrantes como las personas a las que ahora persigue sin piedad) está encontrando en su desquiciada apuesta.
Solo encuentro una excepción, la del senador por Vermont, Bernie Sanders, que desde sus posiciones socialistas ha puesto en pie el Fighting Oligarchy Tour ( “Lucha contra la Oligarquía") por todo el país, con un gran apoyo popular tanto en zonas tradicionalmente demócratas como republicanas. Por el momento es la excepción a la regla de la “Omertá”, la ley del silencio mafioso.
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Columna del golpista y sanguinario Buruaga entrando en Baena |
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Teniente de la Guardia Civil Pascual Sánchez asesinando a baenenses |
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Las ejecuciones en la plaza del Ayuntamiento |
[Como hemos hecho en tantas ocasiones, recogemos en este apartado propuestas que, sin ser del Colectivo Prometeo, creemos que pueden tener interés para la reflexión conjunta sobre la Izquierda]
ENLACES
Manifiesto y primeros firmantes
Manifiesto y primeros firmantes
El decálogo
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Las malas políticas
Al contemplar el bochornoso vídeo
protagonizado por los bañistas de la playa de Castell de Ferro persiguiendo a nueve inmigrantes recién bajados de la patera, no he podido evitar recordar algunas
escenas del clásico de Sam Peckinpah “Perros de paja”. En concreto, cuando esos habitantes
del pueblecito de Cornualles, en la campiña inglesa, en apariencia tan pacíficos, mostraban el grado de violencia que llevaban dentro.
También me vino a la cabeza “La jauría humana” de Arthur Penn, interpretada por Brando y Redford, en la que los personajes del pueblo de Texas exponían sus miserias envueltas en una forma de vida hipócrita.
Pero
el título primero encuadra mejor la escena: el comportamiento de los “patriotas”
que tomaban el sol en Granada, mezcla perfectamente la idea de su conversión en “perros
de presa”, sin dejar de ser por ello unos meros “hombres de paja” al servicio
de los intereses del amo de turno.
Si algún director piensa hacer un remake
de alguna película sobre un campo de concentración nazi, ya sabe dónde contratar a los extras que harían de “kapos” carcelarios. El papel lo bordarían
porque la parte de deshumanización la llevan de serie.
Y no, no eran buenos ciudadanos
cumpliendo y haciendo cumplir la ley, aunque eso no quita que alguno pueda ser hasta un
fervoroso cofrade que ha escuchado mil veces al cura decir en misa lo de “Amaos los unos a los
otros “ y haya cantado con mucho énfasis lo de “Todos somos iguales a los ojos de Dios”.
Si en lugar de bajarse de la patera unos
pobres desgraciados, se hubieran bajado narcos con fardos de droga, ninguno,
pese a tenerlos delante de sus ojitos, hubiese movido un dedo para " hacer cumplir la ley".
Tampoco es que fueran especialmente
racistas. Si a la playa en lugar de acercarse la patera se hubiera arrimado un
inmenso yate, lleno hasta las trancas de jóvenes con el mismo aspecto y color de piel que los
que placaron en la arena, se hubieran movido, sí, pero para hacerles la ola y
extenderles una alfombra roja.
El resorte se les activó cuando tenían delante a jóvenes indefensos y, para más inri, pobres. Tiene su lógica porque, desde los medios de difusión ideológica, les machacan con que "Esos son tu competencia, los que tiran a la baja de tu salario y te quitan el trabajo", sin caer en el beneficio que saca el patrón que los hace competir.
Diego Cañamero Valle
Las 6 de La Suiza han salido con el tercer grado gracias a la movilización y al apoyo colectivo.
Es una gran noticia pero no debemos parar hasta conseguir el indulto definitivo.
Hacer sindicalismo no es delito.