SIETE MILLONES NOVECIENTOS SEIS MIL CIENTO OCHENTA Y CINCO

Potemkin

Colectivo Prometeo/ FCSM

            España es un país políticamente correcto, es decir, cristiano viejo y de derechas de toda la vida. Fachilla, como diría un conocido – “En España están los Fachas y los Fachillas”-decía, y yo le pregunté que cual era la diferencia- “Pues, que un Facha tiene posibles, es decir, es un empresario o terrateniente y un Fachilla es, como yo, un muerto de hambre”. Pues a ellos va dedicado esto. ¡VA POR VOSOTROS!.

            Ante todo tengo que agradecerte, votante siete millones novecientos seis mil ciento ochenta y cinco, de antemano, mi gratitud por los próximos recortes salvajes que nos aplicarán aquellos a los que has votado, y que servilmente correrán a aplicarlos, dictados por otros gobiernos que ni tú ni yo hemos votado. Sí, recortes que terminarán con la escuálida Sanidad Pública que queda y la precaria situación de la Enseñanza, lo poquito que quede, ya sabes, se lo llevarán las concertadas, que para eso tenemos a los niños en los colegios bilingües. Eso de entrada. También, agradecerte, el que sean cada vez más las familias de tu querida PATRIA las que pierdan cualquier tipo de ayuda económica, sí, esas en las que no trabaja ningún miembro porque no quieren trabajar, es que no sé en este país dónde vamos a llegar. Y no hablemos de los servicios públicos en general, cuando por las mañanas salgas a hacer tu deporte favorito, es decir, sembrar de mierdas de canes los acerados de nuestros barrios, puede que te sorprendas al caer en la cuenta de que cada vez hay menos personas que se dedican a la limpieza de las calles y la entrada de tu propia casa se verá salpicada de estos molestos e antihigiénicos objetos, es que esto es intolerable, estos ayuntamientos ya no son como aquellos de antes, ¡pues no pretenden que recoja la mierda de mi perro con las manos!, no sé dónde vamos a llegar.

Pero por mucho que te parapetes en el No Sabe/No Contesta de las encuestas cuando llegan unas elecciones, este Tren de los Recortes, que viene cargado de miseria, a ti, por supuesto, también de llevará al pozo de mierda donde estamos ya muchos instalados. Ironías del destino. Cuando eso ocurra ya tendrás un culpable, o varios, a quien echar la responsabilidad de ello, negros senegaleses, marroquíes, rumanos que nos quitan el trabajo y quieren medicina gratis, etc…

Querido votante siete millones novecientos seis mil ciento ochenta y cinco, tienes miedo, y eso me preocupa. Cuando depositamos un voto en una urna, nos convertimos en votantes y somos responsables de lo que allí introducimos y eso es para cuatro años. No podemos eludir nuestra responsabilidad aunque engañemos a las empresas demoscópicas de lo que hemos votado por vergüenza de que, a sabiendas, te puedan etiquetar de desclasado como aquel hijo de un camionero que llegó a gobernar un ayuntamiento a favor del clero más retrógrado, los constructores y caciques de la ciudad. Sí, tienes miedo y sientes vergüenza. Cuando caigas al pozo de la mierda, recuerda que eres un fachilla, apelarás al advenimiento de un caudillo que ponga a todos estos comunistas en su sitio. Pero hombre, yo te pregunto, ¿Qué es lo que te pueden quitar esos comunistas? ¿Tu BMW cargado de letras de cambio? ¿Tu pala de Pádel? El miedo, como ya sabes, tiene un olor característico. Dicen que los animales lo perciben, “huelen el miedo”, yo que soy un animal, también lo huelo y el 26J ha dejado este país mediocre impregnado de cierto olor acre que se cala en el estado anímico de las personas.

Todo esto que te estoy contando está construido a base de tópicos, pero es que es eso, tu razón de ser es puro tópico. Los tópicos se inventaron como sucedáneo de la inteligencia, del pensamiento, de la reflexión, para no molestarnos en pensar y, así, dejar que otros lo hagan por nosotros, para los perezosos mentales y tú, querido votante siete millones novecientos seis mil ciento ochenta y cinco, eres uno de ellos.

Cuando te reúnas con todos los que estamos en el pozo de la mierda de poco te servirá protestar y te cantaré esa canción de Los Ilegales que dice “levántate y lucha, esta es tu pelea, levántate y lucha, NO VOY A LUCHAR POR TI” porque estaré muy ocupado intentando sobrevivir en el mundo en el que, gracias a ti y a siete millones novecientos seis mil ciento ochenta y cinco como tú, me habéis construido.

Sin acritud.